lunes, 30 de mayo de 2011

Llevar un estilo de Vida saludable no consiste solamente en hacer ejercicio y llevar una buena alimentación. Una vida plena es tener un equilibrio en todas las aéreas de nuestra vida, no solo la física sino también la mental y espiritual. Existen ocho factores que ayudan a mantener la vida saludable e incluso a curar muchas enfermedades.

Llevar a cabo estas simples reglas le ayudará a vivir una vida plena y a tener una mejor calidad de vida. Todo esto se encierra en una sola palabra ADELANTE que tiene los siguientes significados:
XIMENA ECHEVERRY

Agua pura

Se sabe que el cuerpo está compuesto por casi el 60% de agua, y también sabemos que el agua es indispensable para la vida.
Para que nuestro organismo funcione necesita del agua ya que cada tejido, órgano y sistema funciona a base de líquidos, ayuda a humectar la piel, controla la temperatura del cuerpo.
Se recomienda consumir por lo menos dos litros de agua al día y en el verano incluso más. Es bueno tomar dos vasos de agua en ayunas ya que ayuda a eliminar las mucosidades que se produjeron durante la noche.
Además de que el agua es esencial para la limpieza exterior, tiene propiedades relajantes y es muy útil en el poder curativo de la hidroterapia.


XIMENA ECHEVERY

Descanso suficiente

Los buenos hábitos de descanso contribuyen a tener una buena calidad de vida, ya que cada célula de nuestro cuerpo necesita descansar por un periodo suficiente de tiempo cada día. Esto es especialmente para las neuronas, puesto que a diferencia de otros tipos de células, las neuronas no se reponen, o sea que no se van generando otras cuando mueren las viejas. Cuando dormimos las neuronas se limpian de todos los desechos metabólicos que se acumularon durante el día.

El descanso promueve la eficiencia mental y física del cuerpo reanimando las defensas del organismo. El uso sabio del descanso nos da salud y restauración, aparte de tiempo para reposar, relajarse y recuperar energías gastadas.

XIMENA ECHEVERRY

Ejercicio físico

Todos sabemos que el ejercicio físico es necesario pero muy poco dedicamos realmente tiempo para practicarlo, aunque sabemos que el ejercicio es vital para la preservación de la salud.
Cuando realizamos ejercicio hacemos que el corazón se vuelva más eficiente ya que este bombea más rápido y se aumenta el ritmo respiratorio con lo que la sangre puede llevar más oxígeno al cerebro y a todos los órganos del cuerpo, además se queman calorías y se combate la obesidad por eso es necesario practicar por lo menos 30 min de ejercicio al día.




ESTHER TROYA

Luz del sol

ESTHER TROYA
La luz del sol es nuestra principal fuente de energía sin la cual no sería posible la vida. Esta es indispensable para que nuestro organismo produzca vitamina D que es indispensable para la absorción de calcio y su utilización para los huesos. Las radiaciones solares ayudan a que se destruyan los gérmenes actuando como un desinfectante, por lo que es necesario que se tomen baños de sol durante las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde para respirar también del aire puro y disfrutar de la calidez del sol.


Aire puro

La vida inicia con el aliento de vida al nacer y termina cuando respiramos por última vez. Por lo tanto necesitamos del oxígeno para preservar la vida y del aire puro para nuestra salud.
Entre otras cosas el oxígeno es indispensable ya que ayuda a la oxidación de los alimentos liberando la energía necesaria para nuestro cuerpo. Por eso es necesario que cada día inicie con respiraciones profundas en un lugar abierto, mantener nuestra casa o dormitorio bien ventilada y cada vez que se pueda salir de la ciudad a respirar aire más puro.



ESTHER TROYA

Nutrición adecuada

La alimentación es el factor que más influye en la salud. No solo es importante que tipo de comida consumimos, sino cómo se prepara y cuándo se consume.
Un régimen vegetariano es ideal para mantener la salud. Si usted no es vegetariano no trate de cambiar de un día para otro, trate de ir cambiando su régimen gradualmente, consuma lo menos posible carnes de todo tipo y en su lugar aumente el consumo de frutas, verduras, leguminosas y tubérculos.
Hay que procurar tener un buen desayuno, una comida moderada y una cena ligera y evitar lo más posible comer entre comidas.
PAOLA